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Anna Crash de Nueva York hace lámparas originales. La pura casualidad la llevó a abrir su propio estudio de arte.
Todo comenzó con una mala compra. Anna compró una lámpara que simplemente no encajaba en su habitación. Durante un tiempo, la llevó a un rincón lejano, pero la molestia de este fracaso fue tan grande que un día Anna comenzó a envolverla con diferentes hilos, residuos que resultaron ser tan innecesarios como la propia lámpara. "Duró para siempre", dice Anna. "Mis trabajadores a domicilio decidieron que estaba loco. Sinceramente, subestimé la cantidad de trabajo, sin embargo, encontré la fuerza para terminarlo. Ahora he adquirido ciertas habilidades, y este trabajo monótono me parece una meditación agradable".
De hecho, Anna se mudó con su familia a los Estados Unidos no hace mucho tiempo, huyeron de la guerra en Serbia. De ahí la falta de voluntad para tirar incluso cosas innecesarias. Y, de hecho, cualquier cosa vieja puede, si se desea, transformarse por completo y continuar usándose de una forma u otra. "Sí, ahora vivo en los Estados Unidos y estoy acostumbrada a la forma de vida aquí", dice Anna. "Pero aún siento mi conexión con mi tierra natal. Nosotros, los serbios, somos inherentes a concentrarnos en artesanías simples, ¡y es en ellos donde encontramos lo bello!"
Ahora Anna tiene su propio estudio, colabora con marcas conocidas que se dedican a prendas de punto e hilo.Sin embargo, ella todavía hace todo el trabajo ella misma y manualmente.
Foto: Estudio Anna Kras.
El material fue preparado por Elena Karpova.
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